(FRAGMENTO DE LA INTRODUCCIÓN AL CATÁLOGO DE LA EXPOSICIÓN ARQUITECTURA Y URBANISMO DE NUESTRO TIEMPO,
ABRIL, 1949, P.3)[1]
“crear nuestra época.
ordenarla hacia el bien.
permanente preocupación.
crear nuestra época en orden al bien, implica en cuanto a la forma:
la invención y el descubrimiento en correcta relación con la materia y técnica;
en cuanto al fin: la dirección hacia lo permanente y la perfección.
época nueva - formas nuevas.
formas nuevas – formas nunca vistas, gracias a la inmensa riqueza de
materiales nuevos, de técnicas nuevas, de conocimientos nuevos.
una época termina.
otra época nace.
creación, invención, descubrimiento, palabras maravillosas que
designan hechos maravillosos.
crear, inventar, descubrir: funciones las más nobles de los hombres.
el objeto: armonizar… armonizar la vida de los hombres.
los hombres que crean, inventan, descubren, no por simple placer de
ejercer sus dotes, ni por capricho, ni gloria, ni interés, sino que lo hacen
basados en el conocimiento profundo, en la búsqueda honrada, deben ser
considerados como los grandes armonizadores de la vida humana. Función de estos
hombres, de estos armonizadores, es, en todos los campos de la actividad
humana, la técnica, el arte, el pensamiento, encontrar la raíz profunda de sus
fundamentos, su expresión actual –la de su época- y por su dominio integral, el
desarrollo y la dirección futura.
extraordinario papel juega en la armonización de la vida humana, la
arquitectura, el urbanismo y sus relaciones de planeamiento.
arquitectura: relación armoniosa y funcional de las formas en el
espacio.
urbanismo: ciencia y arte de distribuir el tiempo y el espacio
habitables.
en medio del caos de una época que se va,
hombres tenaces –creadores, inventores, descubridores- trabajan con
amor para todos los hombres, en arquitectura y urbanismo, en arte y técnica…”
[1] WILLIAMS, C (2008): Amancio Williams: obras y textos. Buenos Aires. Summa + libro. P. 6
No hay comentarios:
Publicar un comentario