El Ara Pacis está compuesta por un
recinto perimetral que cierra en su interior la Mensa, el altar sobre el que se realizaba el sacrificio.
Su decoración interna cita las formas
de un rito arcaico (según la política de restauración religiosa de Augusto), y
fija el tiempo con la referencia continua de referencias simbólicas en los
elementos decorativos. Existe un ritmo alternado de festones con espigas, bayas
y frutas de cada estación… que hacían referimiento a la repetición de los
ciclos naturales de muerte y renacimiento.
Todo el recinto está apoyado sobre un
basamento de mármol de forma rectangular. Por encima de la base, el recinto
alcanza los 6,3 metros de altura. Externamente, esto se divide en dos zonas
decorativas, una inferior con decoración espiral y otra superior con figuras.
Ambas zonas divididas con una banda de 33 centímetros de altura, que recorren
todos los alzados interrumpiéndose solo en las pilastras que componen los
ángulos.
El altar ocupaba casi la totalidad del espacio interno del recinto, y estaba separado por un ambulatorio de aproximadamente un metro. El pavimento de este está inclinado hacia el exterior, para favorecer la salida del agua.
Dibujo |
Para acceder totalmente a
dicha mensa, el sacerdote tenía que superar además de estos ocho escalones,
otros diez de la escalera exterior que venía de Campo Marzio. Al final, este
espacio alcanzaba en total 3,25 metros sobre el nivel del ambulatorio (a partir
del décimo escalón). Todo el altar interno estaba también decorado en relieve
El Ara Pacis no siempre estuvo situado en el mismo lugar, en su inicio, se encontraba al centro de la llanura donde se realizaban las maniobras del ejército, de la caballería y los ejercicios de gimnasia de los jóvenes. En esta zona también se encontraba el Mausoleo de Augusto y un reloj solar. La separación entre el Mausoleo y el reloj y Ara Pacis era de unos 300 metros. La intención era que los tres monumentos juntos constituyeran un único complejo arquitectónico y simbólico, portadores de fuertes significados religiosos y de propaganda.
Reconstrucción y reloj solar |
El Ara Pacis se situaba en su origen
entre la via Flaminia, hoy via del Corso y la via in Lucina. Debido a que era
un lugar inundable, en y el reloj dejó de funcionar con el tiempo (seguramente
por un terremoto), el lugar fue objeto de un alzamiento del terreno, de casi un
metro en una primera ocasión, así, quedó enterrada la escalinata y el podium
del Ara Pacis. Más tarde, la zona fue alzada de nuevo, alcanzando la altura de
la via del Corso, por lo que el Monumento corría el peligro de quedar sepultado
para siempre, motivo por el cual se creó un muro de contención, pero con el
tiempo, y a pesar de todos los intentos de que no quedara sepultado, este quedó
bajo tierra, perdiendo su carácter monumental, con los continuos realces del
terreno, hasta que en el Renacimiento resurgieran de nuevo.
ROSSINI,
O. (2009): Ara Pacis. Roma. Electa.
+Marta Velazquez Rojas
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