Buenos Aires, Diciembre 9 de 1943
Sr. Mario Williams
CAPITAL
Mi querido Mario:
Juzgo oportuno y muy
necesario mandarte, junto con nuestros trabajos para tu casa, algunas explicaciones
sobre el proyecto y sobre nuestra posición. Teniéndolas por escrito podrás
volver varias veces sobre lo que te interese, pensarlo todo muy bien y tomar
una actitud razonada, y por mi parte yo tendré la ventaja de dejar todo bien aclarado.
Muchas veces la
claridad exige un tono algo didáctico; no veas en este caso pedantería ni aires
de profesor, trataré de explicarme con la mayor sencillez posible.
La arquitectura es
una de las formas más completas en que una época puede manifestarse, porque es
la resultante de dos grandes fuerzas: El espíritu de la época y los recursos
con que ella cuenta. Una época que tenga un gran espíritu construye, aún con
recursos pobres, si éstos se emplean bien, grandes obras. Ejemplo, las grandes
arquitecturas antiguas que sólo contaron con piedra, ladrillo o madera, y
cálculos elementales. Una época con espíritu equivocado, aunque tenga enormes
recursos materiales y científicos produce bodrio. Ejemplo, el final del siglo
XIX y el principio del XX, que contando con hierro y hormigón armado, no
consiguió una arquitectura que las expresara (salvo honrosas e incomprendidas
excepciones).
